lunes, 20 de diciembre de 2010

Primera estafa porteña

Esta mañana me levanté contenta, más allá del altercado que tuve con mi compañera de departamento, una vieja rottweiler de 10 años, tomé unos ricos mates, me preparé para la reunión de la mañana y salí a la calle porteña de mi barrio nuevo.

No tenía ni idea de qué colectivo me llevaba a retiro y como no tenía mucho tiempo para investigar, decidí tomarme un taxi, "radio-taxi" por supuesto. Típico consejo de la gente de acá, "si no dice radio taxi, ni lo pares". Dejé pasar tres taxis hasta encontrar el apropiado, el que tenía un nombre y un número de teléfono.
Lo paré, me subí, le di la dirección y emprendimos camino. Durante los diez o doce minutos que duró el viaje, entablamos una conversación, me contó que estos días estaba la gente como loca, pero que ya dentro de poco se van todos y baja alrededor del 50% el trabajo. Que paran las facultades, los tribunales y los colegios. Convengamos que tuvimos una charla amena, nada raro.

Cuando llegamos a destino el reloj marcaba 26 pesos. Le entregué un billete de $100 y me preguntó si tenía 6. Le dije que sí, contenta de ayudarlo, y le di tres billetes de dos pesos. Me devolvió $80, un billete de 50, uno de 20 y uno de 10. Me bajé del auto, entré al edificio, tuve la reunión y a la vuelta me volví en bondi.

Algunas horas más tarde, decidí probar el restorán de enfrente y pedí comida. Le dije a la chica que le pagaba con $100, pero cuando fui a abrir la billetera tenía los 80 pesos que me había dado el taxista, más uno de 5 que andaba por ahí, era justo el total de la suma a pagar. Se lo di y subí contenta por haberle dado la plata justa. Pero mi alegría no duró más de diez minutos, ya que cuando subí sonaba el teléfono de mi casa y era la cajera del restorán de enfrente para decirme que el billete de 50 pesos que le había dado era falso.

Además de quedarme con la duda de si cambiaron o no el billete en el restorán, tuve que lidiar con la bronca que me dio porque el tachero se burló de mí en mi cara y encima mi novio diciéndome que soy una boluda por no verificar el billete, como si fuera el común denominador que te entregaran billetes falsos y hubiera que verificarlos todos.

¡Empiezo a extrañar NY!

jueves, 16 de diciembre de 2010

A punto de cruzar el charco-de vuelta

El viajar ya no es placer
cuando suele suceder
una vez por semana
pip pip pip

cuando no tengo ganas
pip pip pip
pero no me importa
pip pip pip
porque no tengo otra
pip pip pip

(versión censurada "porque tengo m_t_ pip pip pip")

miércoles, 8 de diciembre de 2010

NY me emociona, Buenos Aires me mata

Algunos me tratan de loca cuando se enteran que volví a mudarme de NY a Buenos Aires. Me insultan, dicen que no entiendo nada, que cómo voy a volver acá como están las cosas, que bla bla bla. En cambio yo estoy feliz de la vida. Buenos Aires me puede, me mata. Caminar por Libertador y sentir el aire, diferenciar los verdes de los árboles, escuchar un piropo estrafalario, la gente tomando mate en los parques.

Esta ciudad me enamora. Pasar por el obelisco un feriado y ver cinco individuos bajando en parapente mientras otros tantos se preparan para correr una maratón por los derechos humanos. Ver cómo un grupete de amigos se junta a comer un asado sólo por eso, porque son amigos y porque es feriado.