sábado, 30 de octubre de 2010

"GIMME YOUR MONEY SISTA"

Hace un tiempo que en la empresa ya no nos pagan por depósito directo y nos entregan cheques una vez por mes.
Como casi todo el resto de mis compañeros, siempre voy al banco y deposito el cheque con una persona del otro lado del mostrador.

Hoy nos entregaron los cheques pero salimos del trabajo pasadas las 6:00 pm y la película empezaba a las 7:05. JM sugirió que hiciéramos el depósito a través del cajero automático antes de entrar al cine. Y yo, escéptica, no me convencí. Me juró que era mucho más fácil y más rápido, que probara hacerlo así.

Ella se fue al cajero de HSBS y yo al de CHASE, solita, novata, "no puede ser tan difícil", pensé.
Afuera estaba oscuro. Cualquiera que haya vivido en una ciudad como Buenos Aires, entendería mi paranoia cuando entro a un cajero que tiene tres máquinas, en donde puede haber más de una persona a la vez y con la tarjeta de débito en la mano.

Tomo aire y me acerco a mi máquina. A mi izquierda, había una mujer y conmigo entró otra que se fue a la máquina de mi derecha. No sé bien por qué pero me sentí segura, éramos todas mujeres, si pasara algo, nos protegeríamos entre nosotras. Me dispongo a comenzar la operación. Abro mi cartera y la de mi derecha grita a todo volumen "GIMME YOUR MONEY SISTA".

¿What? se me paró el corazón, todavía no llegué a Buenos Aires y ya me pasa esto. Shit, tiré mi cuerpo lo más rápido que pude hacia la puerta para escapar, tendría que haber alguien afuera para verme y salvarme. Y entonces la de la izquierda nota mi reacción, mi miedo, se ríe y le dice "OMG, YOU SCARED THE SHIT OUTTA HER". Las miro, leo complicidad entre ambas. Ahora dudo, no sé si me quieren robar las dos a mí o si es simplemente una broma. La de la derecha me empieza a decir sin parar "I'm sorry, I didn't mean to scare you, she's my sister and I was just joking around". Claro, sos americana, no entendés que CON ESTO NO SE JODE, no con sudacas que vienen de ciudades en donde si pasa esto, ¡nunca es un chiste!

Decidí creerle y quedarme. El corazón me siguió latiendo a toda velocidad hasta que terminé el depósito. Pero JM tenía razón, era mucho más rápido y más fácil hacerlo así.

Así que gracias JM por enseñarme algo nuevo, por darle algo de adrenalina a mi día y por darle material a mi blog.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Una pequeña extensión de mi cuerpo

El 19 de mayo de 2002 Francia y Uruguay se enfrentaron en Japón en un partido del mundial de fútbol que resultó en un empate.
Un mes más tarde, dos representantes de Francia y Uruguay fueron enviadas a Los Angeles, CA para conocerse en mayor profundidad. 

La representante de Francia escuchó que había una uruguaya cerca y comenzó la búsqueda intensiva de "Pocahontas". Gran sorpresa se llevó cuando a la noche en el comedor le presentaron a una colorada que se veía tan europea como ella. -Hola, vos sos uruguaya? Yo soy Grenadine, la francesa.

La uruguaya estudiaba actuación y la francesa la historia de los chicanos.
La petisa ya hablaba español aunque con un "mande accent" y la colorada odiaba el francés y no podía decir ni "Bonjour".

Días más tarde esta relación de representantes nacionales fue evolucionando y se convirtió en una unión que nunca más podría disolverse. Hubo salidas nocturnas, idas a la playa y a la piscina de la universidad, long nights en el smoking area con todo el grupete de Rieber Hall y un viaje a Arizona imposible de describir.

Seis semanas más tarde terminó el plan de verano de la universidad y fue la despedida.
La francesa le prometió a la uruguaya amistad eterna, la segunda dudó.

Y así fue que meses después se volvieron a encontrar en Francia, en México, en Uruguay y en Buenos Aires. Tal fue la emoción que Buenos Aires provocó en ambas que volvieron a encontrarse en ese lugar y allí decidieron vivir juntas durante más de dos años. 



Y como ya dije antes, yo no creo en las casualidades.
Un tiempo después de que la petisa se fuera de Buenos Aires a DC, la colorada fue contratada por una empresa en NY y volvieron a estar cerquita.


Ahora la petisa habla español con acento porteño y la colorada estudia francés con fascinación. 

Ocho años y miles de celebraciones juntas después, quiero honrar a la petisa en su cumpleaños número 28. Se viene una etapa de cambios para ambas, en la que lamentablemente vamos a estar físicamente más lejos que siempre. Pero como me dijiste desde el primer día, esta amistad es para siempre y nunca podré ir a ningún lado, sin esta pequeña extensión de mi cuerpo.

Gracias por regalarle tanto buen humor y tanta alegría a mi vida. Gracias por tener tanta imaginación y por compartirla conmigo. Espero que sigamos cumpliendo juntas muchos años más.

¡Te quiero petisa!
Joyeux anniversaire!

martes, 12 de octubre de 2010

Hay días sospechosamente light

Hay días que me falta inspiración y emociones para sentarme a escribir y como no me gusta que pase tanto tiempo sin postear nada hago una extensa búsqueda en mi memoria y pienso en algún escrito pasado que haya disfrutado al escribir.

Lo busco, lo encuentro, lo leo, corrijo y vuelvo a leer.
Lo publico, estoy contenta, encontré algo lindo mío que me identifica y me hace sentir bien.

Pero minutos después lo lee él, me mira, se enoja, repite en voz alta las cosas que le molestan. Aunque hayan sido escritas años atrás, aún antes de conocerlo. Vuelve a leerlo y vuelve a enojarse y viene la amenaza.

"Borrá ese post YA antes de que publique fotos de no-sé-quién en pelotas"

What??? ¿Es un chiste? ¿Tanto te molesta que haya tenido una vida antes de conocerte?

Efectivamente sí, le molesta... así que no me queda otra que borrar la entrada y quedarme con la nostalgia eslovena just for myself...

sábado, 9 de octubre de 2010

--Decisión tomada--

Después de muchas idas y vueltas, caminatas por el puente de Brooklyn y miles de trenes Grand Central to White Plains, hemos tomado la decisión de volver a la Argentina.

Estoy contenta, lo confieso, pero me da tanta nostalgia despedirme de New York. La carrera contra la despedida ya empezó y en un mes y dos días estaré emprendiendo el regreso. Habrá caras cotidianas que nunca más volveré a ver. Conversaciones telefónicas en español mexicano en el 60 Fordham que ya no se repetirán y miles de imágenes y escenas que Darian tendrá que filmar para no olvidar jamás.

Atrás quedarán las idas a comer con mis compañeros de trabajo y las competencias de futbolito/metegol en Spiral Universe.

Odio las despedidas, y aunque Buenos Aires siga siendo mi lugar preferido en el mundo, New York no se queda atrás.

Nuevamente brindo por los cambios y por lo que vendrá y me emociona saber que en Buenos Aires me esperan miles de obras de teatro, muchos amigos ansiosos por la vuelta, muchos helados de Persicco a cualquier hora, cruzadas del charco al vecino Montevideo y quién sabe qué más...

¡Salud!